Poema - Junio 6, 2007
Tal vez sea esta lluvia de primavera
o la brisa fría de la tarde
que me llena con un aire de tristeza.
Quizás la culpa sea
de la falta de luces escandalosas,
que invitan el alma a celebrar.
Tal vez la culpa sea mía.
Posiblemente sea la altivez de las montañas
o los sonidos de sus cascadas
que me recuerdan mi insignificancia.
Puede que sea esta tediosa monotonía,
la que con su amarga constancia
ha atrofiado mi sentir.
Quizás la culpa sea tuya.
¡Que el mundo continúe su rutina!
¡Y que yo desaparezca lentamente!
Pues no hay canción ni libro
que me pueda convencer
que existe un propósito
más allá y lejos de ti.
Tal vez la culpa sea mía,
quizás la culpa sea tuya,
pero me hacen falta ganas para vivir.
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