Esta mente desvariada
se escapó a mi pasado.
Mi cuerpo la siguió
y juntos lo encontraron.
Su tristeza era evidente
al igual que la mía
pero su sonrisa seguía intachable
y me contagió de alegría.
Jamás pensé que sería él
que con su calor
cauterizaría mis heridas
y que con su aliento
me devolvería la vida.
Entonces en mente y cuerpo
aquí me quedo
saboreando su memoria
reviviendo este recuerdo.
No comments:
Post a Comment